lunes, 2 de mayo de 2011

Periodico CIUDAD. Del Asilo a la Residencia. 26 enero de 1871

Introducción:
Las Hermanitas de los Ancianos Desamparados  siempre han sido de actualidad simpática y afectiva, y hoy, con mayor motivo ya que como se sabe, están dispuestas a pedir, que en realidad no han hecho otra cosa siempre: pedir para los necesitados, a suplicar y rogar para que los ancianos acogidos en la Casa-Asilo, dispongan de una residencia nueva, alegre, sana, moderna donde la ultima etapa de la vida de estas personas, hombres y mujeres, este presidida por el amor y la caridad como justa recompensa a los muchos años de trabajo.
Las hermanas llegan a Alcoy:
En principio, carentes de casa propia y apropiada, las Hermanitas de los Pobres se instalaron en el domicilio particular de don Eugenio Llopis y su esposa doña Camila Miralles los cuales la ofrecieron hasta que pudiera encontrarse otra que reuniera las condiciones apetecibles.
Las Hermanitas llegaron a Alcoy el 11 de agosto de 1878, dirigiéndose en primer lugar a la capilla de Nuestra  Señora de los Desamparados, situada frente por frente a lo que después se convertiría en la Casa Cuartel de la Guardia Civil y que entonces era Hospital.
Al  mes de la llegada de las Hermanitas de los Pobres a nuestra ciudad y ante el número cada día mayor de ancianos que pedían el ingreso en la Casa, fue preciso que se trasladaran a un edificio de alquiler, haciéndolo a la casa 26 de la calle de San Blas entonces llamada Santa Teresa, optando con posterioridad por solicitar el Ayuntamiento la cesión interina del antiguo Hospital a lo que este accedió
Hacia la construcción de un edificio propio:
Consecuencia de una reunión que tuvo lugar el28 de marzo de 1879 en el domicilio de don José Samper de la Casa, se formó una comisión integrada por este señor; don Jaime Pajarón cura arcipreste de Santa María; don Francisco Moltó presbítero y más personas para estudiar la manera de dotar a las Hermanitas de los Pobres de Casa propia. En la misma, don José Samper de la Casa y su esposa Milagro Jordá ofreció un solar en su propiedad cuyo emplazamiento era el mismo que hoy tiene el Asilo.
Desde entonces, empezaron los cálculos y proyectos y se dio por hecha la Casa. Uno de los que mayor interés mostró fue don José Moltó a la sazón arquitecto municipal  que hizo varios planos, hasta dar con el que reunía las condiciones que las hermanitas consideraban imprescindibles, y el 25 de agosto de 1979 comenzaron las obras de la nueva Casa  no sin haber antes tropezado con dificultades que casi frustraron el proyecto.  Al frente de los trabajos se colocó a don José Verdú, a cuyo celo e interés se debe que una obra de las proporciones de aquella, entonces costara mucho menos de lo que era de esperar.
Cuando se construyó la Casa para los ancianos desamparados,  se hicieron los planos sobre la base de 22 metros y medio de la fachada, 13 metros de fondo, con huerto que media 35 metros de largo por la anchura de la fachada. Esta es toda de piedra sacada de nuestras canteras y en el interior podían albergarse hasta 50 acogidos y 10 hermanitas, y disponía de todas las piezas indispensables para el servicio que iba a prestar con camas de hierro y todos los muebles y ropa necesaria, oratorios…etc.
Terminadas las obras se hizo entrega de la Casa de don Jaime Pujarón y a don Francisco Navarro para que hicieran la transmisión del edificio que se acababa de construir a la Madre Superiora General de las Hermanitas de los Pobres.
La inauguración:
Tuvo lugar el 8 de agosto de 1880. Por la mañana hubo solemne función religiosa en el templo de Santa María a la que asistieron previamente autoridades, gremios, Hermanitas y ancianos. Con carruajes particulares acompañados de las señoras más respetables de la ciudad los ancianos fueron trasladados a la nueva Casa  donde terminada la procesión se sirvió una comida extraordinaria  a los acogidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario